BIO DE ANI MESA

Desde el momento en que se nace la vida de cada individuo toma un rumbo, que con el tiempo va definiendo un camino que a medida que se recorre va dando forma al destino.
En este trayecto vital aparecen obstáculos que se convierten en momentos difíciles y oportunidades que si son aprovechadas se traducen en felicidades. Pero existen también desvíos, rutas paralelas que a pesar de estar siempre allí en la vida de todos, son pocas las personas que se atreven alguna vez a explorarlos por temor de arriesgar lo que el final del trayecto que siguen les promete… fue uno de estos desvíos el que ha traído a Ani al mundo de la escultura.
Estudió Diseño Arquitectónico en la Academia Superior de Artes, antes de embarcarse en un viaje de exploración académica en Madrid y Barcelona que la llevaría, de regreso a Medellín a recorrer un camino de 15 años por el mundo de la moda. Durante 12 de estos años administró la franquicia para Colombia de la marca de vestidos de baño Dorita Vera, para luego incursionar en el mercado con su propia empresa. Por iniciativa propia fundó en sociedad, Onda de Mar, un idilio comercial que la llevó a desarrollar 3 colecciones a través de las cuales posicionó esta marca, llevando sus productos a los más altos niveles de reconocimiento. Con el tiempo, dice Ani, «la luna de miel se fue como acabando», y fue en este momento cuando decidió tomar un desvío.
En el año 2002, mientras comenzaba a recorrer un nuevo camino comenzó su proceso de formación como escultora en el Taller del Maestro Miguel Ángel Betancur; al mismo tiempo que realizó en Bellas Artes estudios sobre anatomía, dibujo, pintura, color y técnicas escultóricas, por un periodo de dos años y medio.
Durante este tiempo el desvío que había tomado, la reunió en las aulas con el Maestro Oscar Jaramillo, quien la invitó a sus clases de dibujo en el taller La Estampa, donde comenzó a recorrer, ahora con lápiz los caminos de la figura humana.
En su afán por aprender los principios de la técnica viajó a París a realizar un curso intensivo en el Atelier de escultura Paul Flury, donde realizó sus primeras tallas en mármol.
A su regreso continuó su formación con el Maestro Miguel Ángel Betancur esculpiendo mármol, moldeando terracota y realizando sus primeras fundiciones, dando forma a un estilo personal en el tema de la figura humana. Con el tiempo descubrió que no la satisfacían las figuras estáticas, que en su obra prefería capturar el movimiento y la acción, para transmitir con ellos emociones y afectos. Desde ahí sus expectativas formales y el interés por plasmar en sus esculturas las tramas que existen entre la anatomía y la sensibilidad humana, la llevaron a indagar por nuevas temáticas.